Au pair affair

Tallulah es una chica lista y alegre que está estudiando para convertirse en bióloga marina. Tiene veintiséis años y está sin blanca. Así que cuando Burguess, un curtido veterano jugador de hockey que acaba de convertirse en padre soltero, le ofrece un trabajo como niñera interna, aprovecha sin pensárselo la oportunidad de que le paguen por vivir en un barrio elegante y estar con Lissa, una niña estupenda, pero introvertida. Sin embargo, la niña a su cargo no es la única que necesita unos consejos para encajar. Según…, en fin, según todo el mundo menos Burguess, él tiene que volver al mercado sentimental, y la aventurera Tallulah es la persona perfecta para mostrarle el camino. Pero a medida que van cruzando líneas y Burguess se ve dividido entre su hija (que quiere que sus padres se reconcilien) y la increíble química que tiene con Tallulah, aparece un abismo insalvable, y Tallulah hace lo «correcto»: destrozarse el corazón e irse. Aunque Burguess sabe que es lo mejor, porque es demasiado cínico y ha vivido muchas experiencias, un encuentro fortuito y un nuevo empujón de su hija lo obligan a darlo todo y a luchar para demostrar que ha aprendido bien la lección y que se merece un final feliz con Tallulah.

Tallulah is smart, vivacious, and studying to be a marine biologist. She’s also twenty-six and broke. So when Burgess, a battle-scarred hockey veteran and newly single dad, offers her a job as his live-in nanny, she jumps at the opportunity to get paid while living in a super fancy neighborhood and being around Lissa, his cool but introverted tween. Her tween charge isn’t the only one who could use some help fitting in, though. According to…well, everyone except Burgess, he needs to get back on the dating scene, and adventurous Tallulah is just the girl to show him how. But as boundaries are slowly crossed and Burgess finds himself pulled between his daughter, who wants her parents back together, and his insane chemistry with Tallulah, a huge rift is formed, and Tallulah does the “right” thing—breaks her own heart and walks away. Though Burgess knows it’s for the best—he’s too jaded, with too much baggage—a chance meeting, and a new push from his daughter, forces him to put everything on the line and fight to prove he learned his lessons well and is worthy of a happily ever after with Tallulah.